martes, 30 de abril de 2024

De Grano a Taza: El Café de Especialidad

¿Alguna vez te has preguntado qué sucede con esos deliciosos granos de café después de ser recolectados? Prepárate, ¡porque nos sumergiremos en el mundo del café de especialidad, desde la finca hasta la taza!

El Proceso de Envejecimiento: De Verde a Glorioso

Después del secado, los granos de café de especialidad se toman unas merecidas vacaciones durante cuatro a ocho semanas. Este período de "procesamiento en seco" permite que los granos maduren, transformando su perfil de sabor desde un sabor inmaduro y herbáceo hasta la taza rica y compleja que conoces y amas. Toda esta magia ocurre mientras los granos se almacenan de forma segura lejos de los elementos, aún envueltos en su capa protectora exterior (la cáscara o pergamino).

Preparándose para el Tostador: Molienda, Clasificación y Envío

Justo antes de que los granos emprendan su viaje hacia tostadores de todo el mundo, pasan por un cambio de imagen. Primero, se quita la cáscara, seguida de una delicada eliminación de la capa delgada y papelosa que se aferra al grano (la piel de plata). Luego viene el proceso de clasificación, donde los granos se categorizan meticulosamente por tamaño, densidad, color y cualquier imperfección. Finalmente, se empaquetan y se envían, listos para ser tostados a la perfección.

Sacos de Yute: Un Clásico por una Razón

Durante siglos, el resistente saco de yute ha sido el recipiente preferido para transportar granos de café de especialidad. De hecho, ¡la unidad estándar de café en el comercio internacional sigue siendo el saco de yute de 60 kilogramos (134 libras)!

El Arte del Catado: Cada Lote Cuenta una Historia

Al igual que con el vino fino, el café de especialidad se evalúa constantemente durante su proceso de "envejecimiento". Los catadores, los conocedores del mundo del café, prueban y evalúan meticulosamente cada lote. Dado que la producción de café es un proceso por lotes, influenciado por factores como el microclima y el momento de la cosecha, incluso los granos de la misma finca pueden tener diferencias sutiles. Estas variaciones pueden ser la razón por la cual un lote obtiene una puntuación de 92 y otro un 94, una diferencia aparentemente pequeña que puede tener un gran impacto en el precio para los aficionados al café.

El Futuro del Café: De lo Genérico a lo Geográfico

Imagina un mundo donde entras a una cafetería y no solo pides una taza de café, sino un grano específico con una historia rica. Hace unos años, un experto en café imaginó un futuro donde los clientes solicitarían, por ejemplo, un "Pacamara Hondureño", similar a un entusiasta del vino especificando un Merlot chileno. Este nivel de detalle y aprecio por el origen y la variedad es lo que busca el café de especialidad.

Más Allá del Typica y el Bourbon: Un Mundo de Opciones

En el mundo del café de especialidad, queremos empoderarte para que expreses tu individualidad a través de tus elecciones de café. Visualizamos un futuro en el que no estés limitado a solo unos pocos orígenes y variedades genéricas. ¡Imagina tener docenas de opciones de una amplia variedad de regiones, cada una ofreciendo perfiles de sabor únicos!

Guardando lo Mejor para el Final: Café Perfectamente Envejecido

La búsqueda de la perfección del café no se detiene ahí. Los investigadores están trabajando en soluciones de almacenamiento innovadoras que podrían permitir que cosechas enteras o parciales se conserven durante años sin sacrificar la calidad. Esto, al igual que con los vinos finos, permitiría identificar y disfrutar de cosechas excepcionales en los años venideros.

Con una mayor variedad de granos y orígenes para elegir, ¡las posibilidades de exploración del café de especialidad son infinitas! Entonces, la próxima vez que pidas una taza, tómate un momento para apreciar el viaje que han tomado esos granos, y descubre la taza perfecta de café para expresar tu personalidad única de café.

Originalmente publicado De Grano a Taza: El Café de Especialidad

miércoles, 24 de abril de 2024

El arte del procesamiento en seco del café: Un viaje desde la cereza hasta la taza

El procesamiento en seco es un método tradicional de preparación del café que implica secar las cerezas de café enteras al sol antes de descascarillarlas y tostarlas. Este método produce un café con un sabor más intenso y complejo que el café procesado en húmedo, y a menudo se prefiere para cafés de especialidad como los que se preparan en las máquinas de café de baristas.

El café proceso de secado

El proceso de secado en seco suele comenzar recogiendo las cerezas de café cuando están maduras. Las cerezas se lavan luego para eliminar la suciedad y los escombros, y luego se extienden en patios o camas elevadas para que se sequen al sol. Las cerezas deben voltearse regularmente para garantizar un secado uniforme.

El proceso de secado puede durar de dos a cuatro semanas, dependiendo del clima. Una vez que las cerezas estén secas, se descascarillan para eliminar la pulpa y la cáscara. Los granos de café sin cáscara, que ahora se denominan pergamino, se almacenan luego durante cuatro a ocho semanas antes de tostarse.

El proceso de envejecimiento

El proceso de envejecimiento es una parte esencial del procesamiento en seco del café. Durante este tiempo, los granos de café pierden humedad y desarrollan su sabor. El proceso de envejecimiento también ayuda a descomponer los compuestos amargos en el café, lo que produce un sabor más suave y equilibrado.

El tostado

Una vez que los granos de café han envejecido, están listos para tostarse. El tostado es un proceso complejo que afecta significativamente el sabor del café. Los granos de café se tuestan a diferentes temperaturas durante diferentes períodos de tiempo para producir diferentes perfiles de sabor.

El sabor del café procesado en seco

El café procesado en seco se caracteriza por su sabor intenso y complejo. A menudo tiene notas de frutas, chocolate y especias. El café procesado en seco también tiende a tener un cuerpo más completo y una acidez más baja que el café procesado en húmedo.

El futuro del café procesado en seco

El procesamiento en seco del café es un método tradicional que ha sido utilizado por los productores de café durante siglos. Sin embargo, en los últimos años, ha habido un resurgimiento del interés en este método. Esto se debe a que el café procesado en seco se asocia a menudo con cafés de alta calidad.

Como resultado de este creciente interés, los productores de café están experimentando con nuevas técnicas de procesamiento en seco. Por ejemplo, algunos productores están experimentando con diferentes métodos de secado, como el uso de secadores de tambor o el secado de las cerezas de café a la sombra.

Estas nuevas técnicas están ayudando a producir cafés procesados en seco que son aún más complejos y sabrosos. Como resultado, el futuro del café procesado en seco es brillante.

Conclusión

El procesamiento en seco del café es un método tradicional que produce un café con un sabor intenso y complejo. Este método se asocia a menudo con cafés de alta calidad, y está experimentando un resurgimiento del interés en los últimos años. A medida que los productores de café continúen experimentando con nuevas técnicas de procesamiento en seco, podemos esperar ver cafés aún más deliciosos y complejos en el futuro.

Consejos para disfrutar del café procesado en seco

  • Busque cafés procesados en seco de productores de renombre.
  • Experimente con diferentes métodos de preparación para encontrar el que mejor se adapte a su gusto.
  • Disfrute de su café procesado en seco solo o con leche y azúcar.

Aquí hay algunas preguntas adicionales que puede tener sobre el procesamiento en seco del café:

  • ¿Qué diferencia hay entre el procesamiento en seco y el procesamiento en húmedo?

El procesamiento en seco y el procesamiento en húmedo son los dos métodos principales de preparación del café. El procesamiento en seco implica secar las cerezas de café enteras al sol antes de descascarillarlas y tostarlas. El procesamiento en húmedo implica descascarillar las cerezas de café antes de secarlas.

  • ¿Qué ventajas tiene el procesamiento en seco sobre el procesamiento en húmedo?

El café procesado en seco se caracteriza por su sabor intenso y complejo. A menudo tiene notas de frutas, chocolate y especias. El café procesado en seco también tiende a tener un cuerpo más completo y una acidez más baja que el café procesado en húmedo.

  • ¿Qué desventajas tiene el procesamiento en seco sobre el procesamiento en húmedo?

El procesamiento en seco es un proceso más laborioso que el procesamiento en húmedo. También requiere más tiempo y equipo.

  • ¿Qué tipo de café es mejor para el procesamiento en seco?

El procesamiento en seco es mejor para cafés de alta calidad con sabores complejos.

Texto original El arte del procesamiento en seco del café: Un viaje desde la cereza hasta la taza

martes, 5 de marzo de 2024

Despulpado y secado del café.

El despulpado y secado del café es como sacarle el traje de piel a las cerezas para revelar el corazón, ¡los preciados granos de café! Hay una variedad de máquinas de café disponibles para esta tarea, pero la clave es que no dañen los granos. Después del proceso, los granos quedan cubiertos por una especie de capa pegajosa.

Antes, la forma tradicional de quitar esta capa pegajosa era dejar los granos en remojo durante horas, esperando a que unas enzimas amilasas hicieran su magia.

¡Pero esperen! ¡Ha llegado la era de la tecnología para el despulpado y secado al rescate! Ahora contamos con los "desmucilinigadores", unas máquinas que literalmente hacen que los granos se froten entre ellos, quitando esa capa pegajosa y dejando los granos listos para secarlos de inmediato, ¡sin tener que esperar como antes!

¡Así es cómo el café pasa de ser una fruta a una deliciosa taza sin complicaciones!

El arte, o tal vez la ciencia, del secado del café ha generado grandes tomos. Una vez conocí a un joven estudiante de doctorado en física que estaba haciendo su tesis sobre el secado del café.

Todo esto no es sin razón. Al cortar un grano de café húmedo con un cuchillo afilado, uno puede empezar a apreciar la compleja vida de una molécula de agua, atrapada dentro y tratando de salir deslizándose por un gradiente de humedad a través de las barreras de las paredes celulares, los sólidos disueltos cada vez más concentrados y las capas de celulosa leñosa.

No es un asunto simple. Y, mientras tanto, las células del grano están metabolizando, destruyendo algunas moléculas y creando otras, muchas de las cuales determinarán finalmente cómo sabrá la tan esperada taza de café.

Para complicar aún más el despulpado y secado del café, el grano de café es una mezcla de ciertas proporciones de azúcares, proteínas, ácidos nucleicos, grasas y celulosa, además de algunos minerales.

También sabemos que después de que todo esto sea semi-incinerado por el tostador, pocos de estos compuestos originales existirán, mientras que un verdadero zoo de nuevas moléculas orgánicas ha sido creado.

En el grano crudo, hay poco o ningún sabor. ¡Pero esperen! En un extracto acuoso del grano quemado y molido, hay un mundo de compuestos altamente aromatizados, ¡y no tenemos ni idea de cómo se relacionan esos compuestos con el secado y el tostado!

Intentar relacionar el resultado con los procesos a través de un análisis químico sofisticado fue el trabajo de toda la vida de Ernesto Illy, de la familia y compañía de café italiana Illy.

Pero el éxito fue parcial y efímero. Así que volvemos a la pregunta fundamental: ¿Cuál es la mejor manera de secar el café?

La receta simple parece ser secar el café lo más pronto posible, sin dejar que la temperatura del grano suba al punto donde ocurran reacciones químicas, aparte de las metabólicas normales. Este enfoque tiene la virtud limitada de causar un daño mínimo.

Uno de los grandes logros del siglo pasado en el procesamiento del despulpado y secado del café fue la introducción del secador rotativo de aire caliente como alternativa al secado al sol en un patio al aire libre.

¡En pruebas que monitorean la temperatura de los granos bien rastrillados secándose en un patio, hay variaciones desde la temperatura ambiente, alrededor de 21°C, hasta los 50°C! ¡Esto no es un proceso, es como tirar dados!

El secador rotativo de aire caliente (guardiola) permite un control casi perfecto tanto de la temperatura como de la humedad.

Inicialmente, cuando los granos están al 30 por ciento de humedad (habiendo eliminado el agua superficial en un proceso de pre-secado), el enfriamiento evaporativo permite el uso de aire muy caliente (80–90°C) sin calentar significativamente los granos mismos.

A medida que la humedad cae en los últimos diez puntos, la temperatura del aire puede reducirse a 60–70°C, mientras que la temperatura del grano permanece por debajo de los 40°C.

Finalmente, a medida que se alcanza el 12 por ciento de humedad, la temperatura del aire puede reducirse aún más, para que la temperatura del grano nunca supere mucho la temperatura corporal.

Este nivel de control y consistencia es inalcanzable con el secado en el patio, aunque se puede acercar con un cuidadoso secado al estilo africano en pantallas elevadas.

Cuando el café en pergamino, se seca al 11 o 12 por ciento, casi todos los esfuerzos del artesano por preservar la virtud de la fruta madura se agotan. El período crítico ha pasado y el café será todo lo que puede ser.

A partir de aquí, es carpintería, como dicen los españoles.

Leer más Despulpado y secado del café.

miércoles, 7 de febrero de 2024

La planta y el proceso de cosecha del café de calidad.

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Al discutir sobre el café de calidad arábica, es importante tener en cuenta que casi todo el café en el Nuevo Mundo desciende de solo unas pocas variedades y dos tipos: 'Typica' y 'Bourbon'.

Esta base genética extremadamente estrecha ha sido hibridada entre sí y con muy pocas otras variedades.

Casi no ha habido adiciones de los cientos, tal vez miles, de variedades existentes en el hogar original del café, Etiopía.

Dado que el café en el Nuevo Mundo ha sido más o menos el mismo durante los últimos 200 años, los únicos factores que afectan la calidad han sido culturales y climáticos; no era posible mucho más.

A su vez, esto condujo a diferencias muy sutiles en el sabor y a la aparición de catadores muy afinados.

Por analogía, cualquier persona puede percibir (o ver) la diferencia entre un vino tinto y blanco; pocos pueden distinguir entre un café Jamaican Blue y un Kona.

El descubrimiento de un nuevo sabor en el café para máquinas de cafe, como un Pacamara o un Gesha, ha sido un evento raro y notable.

Ahora estamos descubriendo que existen diferencias de sabor en el café tan sorprendentes como la diferencia entre un chardonnay y un Borgoña.

Esta conciencia de la gran variedad de sabores de café marca una nueva época.

¿Por qué no se comprendió esto antes con los cafés etíopes, que presentan una amplia gama de características dentro de un solo país?

Probablemente la respuesta sea un procesamiento muy deficiente, a su vez debido a la falta de infraestructura, la carencia de habilidades esenciales en la preparación de los granos para la exportación, la escasez de campesinos dedicados y pocas oportunidades de mercado.

Un gran avance hacia una mejor calidad ocurrió en la década de 1950 con el desarrollo de variedades enanas desabores de café.

Estos árboles facilitan enormemente la cultura del café, especialmente para el cultivo de café común.

Hasta donde sabemos, no existen variedades enanas de "land race" que mejoren las condiciones para el productor de café de calidad.

Sería altamente deseable contar con árboles de café resistentes a insectos (especialmente al barrenador del grano de café de calidad, llamado broca en América Latina) y enfermedades fúngicas. Probablemente, tales plantas llegarán en forma de cafés genéticamente alterados con características de sabor altamente deseables.

Técnicamente, este tipo de árbol está a nuestro alcance, solo nos falta consumidores maduros y conocedores cuya creciente demanda impulse el proceso de desarrollo de nuevas variedades.

Hablando sobre la cosecha, es común y cierto decir que el grano de café de calidad maduro es "perfecto" en este momento, en el momento de la cosecha; el procesamiento no puede mejorar esa condición, solo puede revelarla, dañarla o destruirla.

El fruto del café, o cereza, debe cosecharse en su punto de madurez perfecta, completamente rojo. Puede tolerar unos pocos días antes o después de su punto máximo, pero no más.

Cosechar demasiado pronto hace que la taza tenga un sabor a hierba y crudo; demasiado tarde y la fermentación ha comenzado, resultando en una acidez inestable.

Arrancar ramas completas de árboles con todas sus frutas a la vez, bayas maduras e inmaduras juntas, o cualquier práctica que no sea la cuidadosa eliminación fruta por fruta en su punto, no tiene cabida a los ojos del campesino muy cuidadoso, o llamémoslo, compulsivo.

Desafortunadamente, el arrancado a mano o con máquinas es la práctica común en la producción de productos básicos.

La recolección manual solo puede hacerse correctamente por trabajadores orgullosos de su oficio, que son recompensados a un nivel acorde con su dedicación. Este no es el lugar para recortar costos.

Es esencial que, una vez separada de la conexión umbilical con el árbol, la fruta sea desgranada, limpiada y secada rápidamente, pero a baja temperatura.

Dejar la fruta cosechada en bolsas durante la noche, o incluso al sol durante demasiadas horas, conduce a un café de sabor desagradable.

La razón precisa de por qué esto sucede es desconocida.

Independientemente del calor del sol, las pilas o bolsas de frutas generan calor debido a la actividad de microorganismos en la fruta, así como a procesos celulares de las frutas y semillas aún vivas.

Es posible que este calor genere cambios dentro de la semilla que se traduzcan en sabores que no nos gustan. Alternativamente, los bajos niveles de oxígeno en esas pilas y bolsas pueden causar reacciones metabólicas dentro de las semillas que producen los resultados no deseados.

Potencialmente, incluso la fruta podrida en sí misma puede ser de alguna manera responsable de la difusión de sabores indeseados.

Por lo tanto, el procesamiento debe comenzar dentro de unas pocas horas de la cosecha y continuar sin interrupciones.

Cualquier desvinculación entre la cosecha y el procesamiento es probablemente donde se destruye la mayoría del café en el mundo; ciertamente, el café de calidad a menudo sufre este problema.

En cada país, se observamos que un gran café de altura es cosechado y luego se destruye debido a varios retrasos, entre ellos los esfuerzos para llevar la cosecha a las carreteras a través de hombros o mulas durante varios días.

El café de calidad manejado de esta manera se está pudriendo constantemente, hasta que finalmente llega, aún húmedo, al almacén de un intermediario y espera hasta que se pueda acumular un camión cargado para enviarlo a un molino central grande para el procesamiento final.

En el mejor de los casos, los granos torturados de esta manera ahora requieren una operación de rescate para salvar una parte de la cosecha como café de commodities.

Fuente La planta y el proceso de cosecha del café de calidad.

martes, 30 de enero de 2024

Estrategias para lograr alta calidad en el café

Para mantenerse en el negocio del café, los agricultores tienen que aumentar la producción de café con menos recursos en tierras más económicas o destacarse del "café commodity" mediante la producción de alta calidad en el café.

La calidad, siempre determinada por las percepciones de los compradores, puede referirse tanto al sabor como a beneficios sociales, medioambientales o de salud.

Si los agricultores optan por la alta calidad en el café, deben elegir entre lo tangible o intangible, ya sea el sabor o un beneficio percibido para la tierra y la sociedad.

La ventaja de producir café con un excelente sabor es que puede ser reconocido de manera universal y permanente por el consumidor educado que valora su paladar.

No obstante, es probable que el café de alta calidad, evaluado en una escala discutida a continuación, también resulte más costoso de producir.

Los agricultores que optan por la alta calidad en el café intangible generalmente lo hacen por necesidad.

Problemas climáticos, las variedades disponibles para el cultivo en una determinada zona o la cultura local pueden impedir alcanzar un buen sabor.

En estos casos, los agricultores necesitan invertir en un valor percibido socialmente, como orgánico, ecológico, amigable con las aves o certificaciones, por ejemplo, de Fair Trade USA, que satisfacen la necesidad de algunos compradores de sentir que su café aporta beneficios morales.

Estos valores no son ni universales ni permanentes, pero pueden permitir a los productores sobrevivir durante un tiempo.

¿Cómo se puede producir café de alta calidad para máquinas de café, caracterizado por un sabor excepcionalmente bueno? Debe decirse desde el principio que ahora existen estándares universalmente aceptados para evaluar el sabor del café.

A nivel internacional, hay catadores certificados Q de cincuenta y cuatro países que prueban y evalúan el café según los mismos estándares.

El sistema Q permite una puntuación y evaluación del café de manera notablemente objetiva.

Así como existe un sistema de cata de 100 puntos para evaluar el vino, hay uno similar para el café, desarrollado por Ted Lingle y la Specialty Coffee Association of America (SCAA).

En general, se dice que los cafés con puntuaciones superiores a 80 puntos califican como café de especialidad.

Los granos en este rango se consideran fuera de la categoría de productos básicos y merecen una seria consideración como cafés de alta calidad.

Al igual que los buenos vinos, los cafés de calidad rara vez son el producto de grandes esfuerzos corporativos. Generalmente provienen de pequeñas fincas en climas privilegiados, donde trabaja un artesano compulsivo.

Existe un antiguo dicho que sostiene que una buena finca es producto "del hombre, no de la tierra". Hasta cierto punto, esto sigue siendo cierto.

Se reconoce un buen café cultivado en una ladera seca y bañada por el sol en el sur de California, por un joven graduado de la Universidad Estatal Politécnica de California.

También es muy reconocido un cultivo exitoso de buen café en un valle en Panamá, donde llueve 360 días al año, y la gente habla no sobre el suelo, sino sobre la calidad del barro.

En ambos casos, los productores son agricultores excepcionales. Esto es ejemplo de lo mencionado con anterioridad.

La finca de café perfecta estaría ubicada dentro de los 12 grados del ecuador, de manera que tenga un sol y duración del día bastante equitativos; tiene una pendiente suave para facilitar el drenaje y la cosecha; recibe alrededor de 2 metros de lluvia con una estación seca marcada pero breve; y el viento sopla a no más de 7 kilómetros por hora durante todo el año.

Para obtener un gran café, tiene temperaturas diurnas en los bajos 20 grados centígrados, con temperaturas nocturnas alrededor de los 12 grados.

Finalmente, sería ideal si no tuviera enemigos insectos o fúngicos. Lo único en esta lista de deseos absolutamente necesario para cultivar café de especialidad, en lugar de café común, es la temperatura nocturna.

Frecuentemente, esa noche fría (pero nunca helada) se describe en los países productores como altitud, llevando a la creencia general de que la alta calidad en el café requiere la altitud más alta.

Eso también es generalmente cierto. Sin embargo, por encima de cierta altitud, dependiendo de la latitud, los cafetos seguirán creciendo, aunque lentamente, pero la producción de frutos disminuirá a niveles irrazonables.

La infraestructura es un requisito a menudo subestimado.

Se necesitan carreteras decentes para llevar la cosecha de manera rápida y confiable a una estación de procesamiento.

El agua debe estar disponible para la pulverización de control de plagas.

En la cosecha, la comunicación entre el procesador, los camiones de transporte y los recolectores es esencial, sin mencionar un número adecuado de recolectores, atraídos por viviendas deseadas y accesibles, así como instalaciones sanitarias para toda la familia.

Originalmente publicado Estrategias para lograr alta calidad en el café

El Tontine Coffee House

El Tontine Coffee House, uno de los cafés en Nueva York más famosos, ocupó un lugar destacado en la historia de la ciudad. Fundado en 1791 por un grupo de 150 comerciantes, el Tontine Coffee House buscaba ofrecer un amplio y acogedor espacio para llevar a cabo sus actividades comerciales. El concepto del Tontine se inspiró en un plan introducido en Francia por Lorenzo Tonti en 1653, con algunas adaptaciones. Según el plan del Tontine de Nueva York, las participaciones de los miembros se transferían automáticamente a los accionistas sobrevivientes dentro de la asociación, en lugar de pasar a sus herederos.

Los directores del café adquirieron una casa y un terreno en la esquina de Wall Street y Water Street, donde solía estar ubicado el antiguo Merchants Coffee House. Se compraron lotes adicionales adyacentes para expandir las instalaciones. La colocación de la primera piedra del nuevo café tuvo lugar el 5 de junio de 1792, y exactamente un año después se celebró un gran banquete para conmemorar la finalización del edificio. John Hyde se convirtió en el primer propietario del Tontine Coffee House, cuya construcción había costado una suma considerable de 43.000 dólares.

Un relato de primera mano de un visitante inglés en 1794 describe el Tontine Coffee House como un hermoso y espacioso edificio de ladrillo. Al ingresar, los visitantes subían varios escalones bajo un pórtico y llegaban a una amplia sala pública que servía como Bolsa de Valores de Nueva York. En esta sala se llevaban a cabo todas las transacciones comerciales, con dos libros similares a los de Lloyd's de Londres que registraban las llegadas y salidas de los barcos. El Tontine Coffee House era administrado por el Sr. Hyde, un antiguo tejedor de lana de Londres. Los visitantes tenían la opción de quedarse a cenar en una mesa comunal, pagando diez chelines al día en moneda local, ya sea que eligieran cenar dentro del establecimiento o en otro lugar.

En 1817, el Tontine Coffee House se convirtió en la sede del mercado de valores, que finalmente evolucionó para convertirse en la Junta de Bolsa de Nueva York. Sin embargo, en 1834, se otorgó permiso por parte del Tribunal de Cancillería para alquilar las instalaciones con fines comerciales generales debido a la competencia del cercano Merchants Exchange. Este cambio marcó el final de la era de los cafés en Nueva York, ya que surgieron bolsas de valores, edificios de oficinas, clubes, restaurantes y hoteles para satisfacer las cambiantes necesidades de la ciudad.

Aunque el Tontine Coffee House puede no haber desempeñado un papel tan importante en los eventos históricos como su vecino, el Merchants Coffee House, se convirtió en un destino popular para visitantes de todo el país. Se dice que muchos líderes nacionales y distinguidos visitantes extranjeros se reunieron en la amplia sala del antiguo café en algún momento de sus carreras. Es importante destacar que fue en las paredes del Tontine CoffeeHouse donde se publicaron boletines sobre la lucha por la vida de Alexander Hamilton después de su fatal duelo con Aaron Burr.

Con el tiempo, el Tontine Coffee House original experimentó transformaciones. Alrededor de 1850, se construyó un nuevo edificio de cinco pisos, con un costo de alrededor de 60.000 dólares. Sin embargo, para entonces había perdido sus características tradicionales de café. Hoy en día, en el sitio se encuentra un moderno edificio de oficinas que todavía lleva el nombre de Tontine.

El Tontine Coffee House es un testimonio de la vibrante cultura de los cafés en Nueva York, que finalmente cedió su lugar ante un paisaje urbano en constante cambio. Sin embargo, su legado como centro de negocios, socialización y reuniones históricas sigue siendo una parte intrigante del pasado de la ciudad.

Las Casas de Café de la Antigua Filadelfia

El primer café de Filadelfia, conocido como Ye Coffee House, abrió alrededor de 1700. Junto a los dos famosos cafés londinenses y el City Tavern, también conocido como Merchants Coffee House, dominaron la vida social, política y comercial de la Ciudad Cuáquera en el siglo XVIII.

Se atribuye a William Penn la introducción del café en la colonia Cuáquera que fundó en el Delaware en 1682. También trajo a la "ciudad del amor fraternal" esa otra gran bebida de hermandad humana, el té. Al principio, en 1700, tanto el café de las máquinas de café como el té eran bebidas exclusivas para los pudientes y se consumían en pequeños sorbos. Sin embargo, con el tiempo, el café ganó popularidad, especialmente después del boicot al té y los impuestos británicos que llevaron a una mayor demanda de café en lugar de té.

Los cafés de la Filadelfia temprana ocupan un lugar destacado en la historia de la ciudad y de la república. Además de su distintiva arquitectura colonial, estas casas también tenían asociaciones románticas. Muchas reformas cívicas, sociológicas e industriales tuvieron su origen en las salas principales de techos bajos y pisos de arena de los primeros cafés de la ciudad.

Ye Coffee House fue el primer establecimiento público en abrir en Filadelfia alrededor de 1683 o 1684, aunque los registros coloniales no son claros al respecto. Como su nombre indica, era una taberna. El primer café surgió alrededor de 1700. El café costaba mucho y no estaba disponible para el público en general en ese momento. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, se volvió más asequible y ganó popularidad entre la gente de Filadelfia.

La ciudad de Filadelfia tuvo varios cafés destacados a lo largo de su historia. El Ye Coffee House, los dos cafés londinenses y el City Tavern (también conocido como Merchants Coffee House) dominaron sucesivamente la vida oficial y social de Filadelfia. Estos lugares eran puntos de encuentro habituales para los funcionarios municipales cuáqueros, los capitanes de barcos y los comerciantes que realizaban negocios públicos y privados. Conforme se acercaba la Revolución, estos cafés seconvirtieron en lugares de debate y discusión sobre la opresión británica y se convirtieron en puntos de encuentro para los colonos fervientes que buscaban la libertad.

Después de la Revolución, estos cafés continuaron siendo destinos populares para cenar, socializar y celebrar eventos sociales. Muchas figuras destacadas de la época, tanto nacionales como extranjeras, se reunieron en estas salas para discutir asuntos políticos y sociales. Además de su importancia como lugares de reunión, los cafés de Filadelfia también fueron el escenario de importantes reformas y cambios en la ciudad, que contribuyeron al crecimiento y desarrollo de la misma.

Aunque los cafés de Filadelfia no tienen el reconocimiento y la fama del Tontine Coffee House en Nueva York, desempeñaron un papel crucial en la historia de la ciudad y la república. Su legado perdura como testigo de una época en la que los cafés eran el centro de la vida social, política y comercial, y como símbolo de la importancia de estos espacios en la formación de la identidad y la cultura de la época.

En resumen, tanto el Tontine Coffee House, uno de los cafés Nueva York como los cafés de Filadelfia desempeñaron un papel significativo en la vida social y comercial de sus respectivas ciudades. Estos establecimientos fueron puntos de encuentro para los comerciantes, políticos y ciudadanos, y se convirtieron en escenarios importantes para la discusión de asuntos importantes y la toma de decisiones. A través de su arquitectura y su legado histórico, estos cafés nos ofrecen una ventana fascinante hacia el pasado y la rica cultura de la época.

Más info El Tontine Coffee House

Los Cafés Menos Conocidos

Adentrémonos en los recuerdos del pasado y descubramos los fascinantes secretos de los cafés menos conocidos de la ciudad de Nueva York.

Mientras que los cafés emblemáticos como el famoso Tontine Coffee House se han ganado su lugar en los anales de la historia, existieron otros lugares igualmente cautivadores que merecen nuestra atención.

Uno de ellos es el encantador Exchange coffee room, un rincón acogedor que durante cuatro años se convirtió en el refugio de los comerciantes de la zona de Broad Street.

Sus puertas se abrieron en 1754, gracias a la visión de William Keen y Alexander Lightfoot, quienes esperaban satisfacer las necesidades de los hombres de negocios.

Aunque su asociación se disolvió en 1756, Lightfoot siguió adelante hasta su fallecimiento en 1757. Incluso su viuda intentó mantener vivo el espíritu del café, pero en 1758 se convirtió nuevamente en un establecimiento comercial, perdiendo así su aura cafetera.

Otro café que merece nuestro reconocimiento como uno de los Cafés Menos Conocidos es el pintoresco Whitehall coffee house, inaugurado en 1762 por los emprendedores Rogers y Humphreys.

Este peculiar café presumía de tener correspondencia directa con Londres y Bristol, lo que les permitía recibir los periódicos y panfletos más recientes.

Aunque su vida fue corta, su afán por mantener a sus clientes informados no pasó desapercibido en aquellos tiempos.

Entre los rincones históricos también encontramos el Burns coffee house, una especie de posada que se destacaba por su ambiente acogedor y ser uno de los Cafés Menos Conocidos.

Durante muchos años, George Burns fue el dueño y ocupaba un lugar privilegiado cerca de Battery en la antigua casa De Lancey, que luego se transformó en el City Hotel.

Tras la partida de Burns, otros administradores, como la señora Steele y Edward Barden, se hicieron cargo del lugar. Incluso se rumorea que el infame traidor Benedict Arnold encontró refugio en esta taberna después de su deserción al bando enemigo.

En una generación posterior, surgió el elegante Bank coffee house, que destacaba entre los anteriores cafés por su distinción. Fue inaugurado en 1814 por el renombrado William Niblo, conocido por su magnífico Niblo's Garden, y se encontraba en la esquina de las calles William y Pine, cerca del Bank of New York.

Este café se convirtió en el punto de encuentro de un selecto grupo de comerciantes, formando casi un exclusivo club.

El Bank coffee house se hizo famoso por sus suntuosas cenas y animadas fiestas, convirtiéndose en el escenario perfecto para las celebraciones más elegantes de la época.

Sin embargo, no todos los lugares mencionados pueden ser estrictamente catalogados como cafés. Fraunces' Tavern, conocida principalmente como el sitio donde George Washington se despidió de sus oficiales del ejército, era más una taberna que un café propiamente dicho.

Aunque se servía café y había una amplia sala para reuniones, su enfoque principal era brindar un espacio para la diversión ysocialización. Aquí, los visitantes podían disfrutar de una taza de café mientras compartían historias y forjaban nuevas amistades en un ambiente animado.

Finalmente entre los Cafés menos conocidos con máquinas de cafe, no podemos dejar de mencionar el encantador New England and Quebec coffee house, una taberna que llevaba el nombre de dos regiones geográficas.

Este establecimiento era un punto de encuentro para diversos grupos de personas que se reunían para intercambiar ideas, debatir sobre temas de actualidad y disfrutar de una taza de café caliente. En su interior, se creaban lazos de amistad y se compartían experiencias únicas.

Estos cafés y tabernas menos conocidos de la ciudad de Nueva York guardan una historia rica y contribuyeron de manera única a la vida social y comercial de su época.

Aunque a menudo eclipsados por sus contrapartes más famosas, estos tesoros olvidados merecen ser recordados como piezas clave en el mosaico cultural de la ciudad que nunca duerme.

Fueron escenarios de encuentros memorables, puntos de partida para nuevas oportunidades comerciales y refugios donde las mentes inquietas encontraron inspiración.

Imaginemos por un momento el bullicio de aquellos cafés menos conocidos: el intercambio de ideas entre comerciantes, el aroma del café recién preparado y las risas compartidas en medio de la animada atmósfera.

Estos lugares fueron testigos de momentos únicos que dejaron una huella indeleble en la historia de la ciudad.

Aunque el tiempo ha borrado gran parte de su esplendor, no debemos olvidar la importancia de estos cafés menos conocidos. Nos invitan a explorar las historias olvidadas que yacen en sus paredes y a apreciar la diversidad de experiencias que conformaron la vida en la antigua Nueva York.

Son una llamada a preservar la memoria de estos rincones fascinantes y a reconocer su legado en la evolución de la cultura y el comercio en la ciudad.

Así que, mientras paseamos por las calles llenas de historia de la ciudad de Nueva York, recordemos que detrás de los nombres famosos, hay una miríada de cafés y tabernas que alguna vez desempeñaron un papel crucial en la vida de la comunidad.

Detengámonos un momento, imaginemos las escenas animadas que tuvieron lugar en estos tesoros olvidados y rindamos homenaje a su contribución en el tejido mismo de la ciudad que amamos.

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